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La comida es parte de la cultura de los países y es por esto que decidimos buscar los museos de comida en la CDMX y el mundo más interesantes, para que los conozcas y si se te antoja algo, vayas y los visites.
1.- Museo Arte Mexicano del Azúcar – CDMX
Éste museo se encuentra dentro de la casa de Marithé Alvarado, una mujer de 90 años, que con sus manos, crea piezas de azúcar y además imparte talleres. En su colección tiene más de 200 diseños creados.
Para poder asistir debes hacer una cita previa al: 55-23-84-34.
2.- Museo del queso – Holanda
Este museo se fundó para explicar a los visitantes la orgullosa tradición quesera del país. En el encontrarás utensilios que se han utilizado a lo largo de la historia para consumir este manjar, y hasta aprenderás cuáles son las diferencias entre un queso artesanal y uno industrial.
3.-Museo del Tequila y Mezcal – CDMX
Dos de las bebidas más importantes de la cultura mexicana tiene un museo y obviamente está situado en un lugar lleno de historia y Mariachi.
En el museo podrás conocer los procesos de elaboración y ver muchas botellas de colección.
4.- Museo de las papas fritas – Bélgica
Las papas fritas, en sus diferentes presentaciones son uno de los alimentos más consumidos en el mundo. No solo encontrarás objetos antiguos utilizados para la elaboración de las papas también podrás comerlas.
5.- Museo Casa del Agua- CDMX
En este lugar encontrarás y conocerás los proceso del agua. Ellos elaboran su propia botella de agua que es embotellada artesanalmente utilizando botellas de vidrio, buscando ser ecológicos y reciclar lo más posible. Sus procesos están a la vista y conocer sobre ellos.
6.- Museo de la mostaza – EUA
Barry Levenson comenzó a juntar frascos de mostaza en 1986 y actualmente su colección cuenta con más de 5300 tipos diferentes, nuevas y antiguas, traídas desde los puntos más diversos del mundo.
Además el museo también exhibe un gran número de souvenirs relacionados con este aderezo.
7.- Museo de la sopa de fideos – Japón
Este museo está ambientado en el año de 1958, fecha en que se empezó a comercializar la sopa instantánea. Y más que un museo, la sensación que da es de estar visitando un parque temático.
En el sótano, ambientado como una clásica calle nipona de antaño, podrás probar las recetas más emblemáticas.
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